sábado, 10 de marzo de 2012

MISIÓN CUMPLIDA....QUEBRARON LA ARGENTINA!

Misión cumplida:

Quebraron la Argentina!

DATOS TÉCNICOS del LIBRO:

Misión Cumplida:
Quebraron La Argentina!
por Antonio César Morere
Año de Publicación: Junio 2002
MISION CUMPLIDA: ¡QUEBRARON A LA ARGENTINA!
El título de esta entrada, es el nombre de un libro que pretende ayudar a conocer e interpretar la compleja y frustrante realidad de nuestro país y descubrir el origen de los problemas argentinos, con el propósito de evitar que se repitan los mismos errores. La vasta experiencia periodística del autor le ha permitido acometer una indagación a fondo, sin concesiones, de hechos y personajes que, a través de los últimos años, provocaron la decadencia de un país –el nuestro- que lo tenía todo para generar riqueza y prosperidad. Con ilustración del prestigioso dibujante Sábat, en sus 160 páginas Misión cumplida... no se detiene en abordar sólo los aspectos económicos, sino que pone bajo la lupa cada una de las manifestaciones del acontecer político, social e institucional. Con el acento puesto en los episodios registrados a partir de la renuncia de Fernando de la Rúa, muestra también los desaciertos de anteriores gobiernos civiles y la pesada herencia de los golpes militares que fueron abriendo el camino hacia el abismo. Interpreta con agudeza dos fenómenos de palpitante actualidad: la decadencia de la clase política y el protagonismo asumido por el pueblo a través de los ya famosos cacerolazos. No escapan al análisis las recetas del Fondo Monetario con sus exigencias de ajustes y más ajustes, en función de una deuda impagable, cuya ilegitimidad ya nadie investiga
LIBRO: Misión Cumplida: Quebraron La Argentina!Autor: Antonio Cesar MorereFormato: 160 mm x 230 mmPáginas: 158Peso: 399 g
Editorial: Universidad Nacional De Quilmes



__________________________________________
Toda una vida dedicada al periodismo!!!

Mayo 2012

Hoy cargo muchos años pero, en aquellos tiempos, era joven, muy joven. Un chico, podíamos decir. Era “hijo único de madre viuda”, como se invocaba entonces para eludir la conscripción. Y esa temprana viudez determinó que abandonara los estudios de bellas artes que había iniciado y tratara de arrimar algunos pesos al hogar, que había perdido su única fuente de ingresos al morir mi padre.
Mi padre, aunque uruguayo, había tenido cierta relación política con el caudillo radical Rodolfo Alberto López, a quien apoyaba. No se si esa circunstancia habrá sido recordada o tenida en cuenta cuando mi madre le fue a pedir trabajo -para mi- a doña María Angélica Piccinini, viuda del aquel líder político quilmeño y madre de Rodolfo Adalberto (Robín), director del periódico “La Verdad” y propietario -junto con su socio Lucas Acuña- del taller donde se editaba. Así fue como tuve el privilegio de que mi primer empleo haya sido en el periódico “La Verdad”.
Sus oficinas funcionaban en aquella vieja casona de Alem y Moreno, en una habitación contigua al escritorio de López , y mas tarde en el primer piso del moderno edificio levantado en esa misma esquina que era, como había sido la vieja casona luego demolida, residencia de la familia López, compuesta por Robín, su madre, su esposa Elida Piastrellini y la inefable Tata, a quien conocí cuando ya estaba postrada en silla de ruedas. Luego llegó otra moradora: la primera hija del matrimonio.
“La Verdad” contaba con un plantel minúsculo. Quienes acudíamos diariamente éramos Angel Piccinini -miembro de la familia- y yo. Luego, Uberto Passotti tenía su trabajo en una fábrica de cerámica y llevaba la administración del periódico en su tiempo libre.
Algo mas poblado estaba el taller, ubicado en la cuadra siguiente, Alem entre Moreno y San Martín. Allí trabajaban Domingo Doreste, maquinista (colocaba los pliegos de a uno en la vieja plana y luego repetía el tiraje en el reverso); su hijo Pocho, minervista; Fichera, tipógrafo (vivía frente a la casa de los López); y Andreoli, linotipista. Recuerdo que actuaron dos administradores, José Luraschi y Eduardo Vides. Ambos llegaron a ser concejales, por el radicalismo, desde luego.
Con mis pocos años (y pocos pesos) estaba encandilado con las remuneraciones de los linotipistas, que eran elevadas y, además, cobraban horas extras. Andreoli -algunos años mayor que yo pero no muchos- me dijo una vez: “Si querés ser linotipista yo te enseño. Hablá con Robín y venís a practicar”. Le hablé, pero no tuve eco: “Acá te vas a formar como periodista, no como linotipista”, fue su respuesta.
¡Y que razón tenía!. Que habría sido de mi cuando las linotipos, esas maravillosas máquinas de componer que tanto me asombraban, desaparecieron del horizonte gráfico, desalojadas por los sistemas computarizados. En cambio el periodismo me abrió sus puertas. Tras mi valiosa experiencia en “La Verdad” -en realidad la escuela de periodismo a la que nunca asistí- me incorporé al diario “El Pueblo”, de Buenos Aires y poco después me ofrecieron cubrir una vacante de cronista parlamentario en el legendario diario “Crítica”, tarea en la que seguí hasta el cierre del vespertino, en 1962. Paralelamente, junto con Alejandro Rosseglione pusimos en el aire la audición “Tribuna Oral”, por las radios Colonia y Porteña (hoy Continental). Agotado este tramo de mi actividad periodística, abordando siempre la información política y parlamentaria, mi distinguido colega Osvaldo Bayer me ofreció trabajar en “Clarín”, donde me desempeñé como jefe de la sección Política durante 24 años.
En aquella imprenta de la calle Alem no sólo se editaba “La Verdad”. Ese taller era una vertiente de publicaciones opositoras que descargaban artillería pesada sobre los primeros gobiernos peronistas. Entre esas publicaciones figuraba un periódico semanal que había alcanzado singular difusión, “Adelante!”, dirigido por Tomás Ide, radical y bonaerense. También se imprimía “Juventud”, el periódico de la Federación Juvenil Comunista.
Con estos antecedentes no debe extrañar que el taller fuera clausurado, invocando problemas edilicios. Eran tiempos en que las rivalidades políticas adquirían un carácter virulento. Mientras duró la clausura “La Verdad” se imprimió en la imprenta Zicarelli, ubicada en la localidad de Mármol, partido de Almirante Brown. Yo llevaba los originales, me quedaba a corregir las pruebas y nos ingeniábamos con Piccinini para traer el paquete de diarios a Quilmes, en tren, colocar las direcciones de los suscriptores y llevar los ejemplares al correo para su distribución postal.
Luego llegó otra clausura, que sería mas prolongada, pero esta vez el forzado cierre fue contra “La Verdad”. 1950 había sido consagrado Año del Libertador General San Martín y todas las publicaciones debían incluir esa frase junto a la fecha. Aunque cueste creerlo, ninguno de nosotros recordó esa norma y, en su primera edición de 1950, apenas despuntaba el Año del Libertador, el periódico apareció sin aquella frase. La respuesta del gobierno fue draconiana, clausurándolo.
Luego de dejar “La Verdad” y alejarme de la ciudad de Quilmes tuve tres contactos con Robín, el primero en 1958. Producida la división del radicalismo él se enroló en la UCRI, liderada por Arturo Frondizi, triunfante en las elecciones de ese año, mientras López era elegido intendente de Quilmes. Junto con Rosseglione fuimos a la Municipalidad y le hicimos un reportaje en Tribuna Oral, trasmitido en directo por radio Colonia.
El segundo encuentro fue muy fugaz. En momentos en que entraba a la rotonda que rodea el recinto de la Cámara de Diputados alguien me tomó del brazo: era López, quien había ido a conversar con el diputado Héctor Gómez Machado, presidente del mayoritario bloque de la UCRI (creo que los cronistas parlamentarios no tienen ya libre acceso a la rotonda que comunica con el recinto de sesiones).
El tercer contacto fue epistolar. El gobernador bonaerense Eduardo Duhalde me había llevado a La Plata como director de Prensa. Una de mis tareas era elaborar cada año el informe del Poder Ejecutivo a la Asamblea Legislativa. El primero se lo envié a López con el correo de la Gobernación. Me contestó con una carta felicitándome por mis progresos profesionales y recordando aquel día en que nuestras madres habían arreglado mi incorporación a “La Verdad”. Fue un emocionado recuerdo.
No hubo un nuevo contacto pese a que siempre tuve el ferviente deseo de saldar una deuda de gratitud: visitar a Robín, darle un abrazo y decirle cuan agradecido estaba por haber guiado mis primeros pasos en el apasionante mundo del periodismo. Curiosamente, nunca encontraba esa oportunidad. No se por qué, pero me asaltaban las dudas acerca de ese encuentro. Finalmente me decidí: debo ir ya, me dije a mi mismo hace un par de semanas. Pero, como habían pasado tantos años, creí conveniente conocer antes como estaba Robín, exploré Internet y encontré el valioso trabajo del historiador Agnelli, pero que contenía un dato desconsolador: Rodolfo Adalberto López había muerto en 2006.
Ya no podré abrazarlo y expresarle mi gratitud, pero deseo que estas líneas sirvan de merecido homenaje y agradecimiento. Y un consejo para todo aquel que se encuentre en una situación parecida: vaya y cumpla con su deber de conciencia, no deje pasar el tiempo lastimosamente pues se arrepentirá.

Antonio César Morere




__________________________________________
Keny Arkana - Victoria (Subtitulos Español)
Traducción del Video de la cantante de Rap Keny Arkana:

Soy Victoria, nacida hace 14 primaveras, en un pueblo cerca de Salta donde antes vivía...
Ya pasaron más de 10 años, que con papá y mamá, mis hermanos y mis hermanas, dejamos nuestros campos y vinimos a apilarnos en uno de estos ranchos.
A la entrada de la villa papá lo construyo pero no está terminado... solamente tengo vagos recuerdos de la villa, mamá llora cuando me habla de ella porque no le gusta vivir aquí.
Los extranjeros quemaron nuestras casas para robar nuestras tierras.
Papá está furioso, yo no entiendo, habla sobre agroalimentario...
Dice que los políticos son depredadores que siembran el miedo, y que tienen estomago en lugar de corazón.
Aquí no hay trabajo, nuestras oraciones no se hacen realidad.
Después de la escuela voy con mi hermana a vender pulseras por dos pesos, y a pesar de todos nuestros esfuerzos, siguen los días sin comida.
A la noche mamá llora, a la noche mama no duerme...

No llores hija mía
Yo no perdí las esperanzas 
Esos malditos dictadores jamás podrán destruir la lucha de los pueblos...
Que no pueden olvidar a sus desaparecidos

Mi vecino me dijo que durante la dictadura fue más duro... por eso no voy a sentir lástima por mi aunque aquí no haya futuro.
Me gusta estudiar, me dicen que está bien, pero que es inútil. 
Aquí muchos abandonan antes de saber escribir. En mi jardín secreto, cultivo el sueño de ser médico... para curar a todos estos niños enfermos, que no comen lo suficiente...
No comprendo la ciudad veo a todos estos niños pidiendo ante la indiferencia de la que se dice gente de bien...
Me pregunto, ¿no ven la miseria?
Nos aplastan por bendecir al hombre que viene del otro hemisferio
Papá dice que nos tratan como perros... gracias a Dios que tengo familia, más lejos hay huérfanos que viven en basureros
A veces lloro a escondidas pero no por mucho tiempo... porque pienso en los mayores que conocieron el sonido de las metralletas
Y además mi abuela siempre decía "de esperanza vive el hombre"... si ya no tienes estás como muerto y vivir es una proeza

No llores hija mía
Yo no perdí las esperanzas 
Esos malditos dictadores jamás podrán destruir la lucha de los pueblos...
Que no pueden olvidar a sus desaparecidos...

Papá no tiene fuerza, roza la locura
Cuando una mañana se enteró que su banco había robado todos sus ahorros
Impotente, todo el mundo estaba enloquecido
Él no era el único, a la nación entera le habían robado.
Después de este día junto a muchas personas de la ciudad, bloquearon las rutas para bloquear la economía del país. Es su manera de hacerse entender pero yo tengo miedo de que se vaya, hay algunos que no regresan
La policía es violenta, los llaman "piqueteros", y los periódicos son mentirosos, dicen que son bandidos después hay gente que les tiene miedo
Papa dice que pueden matar a los hombres pero que no pueden matar las memoria... las madres de los desaparecidos cantan siempre en el olvido
Vivimos el fruto de una democracia fracasada, en un país tan rico tantos niños solo tienen en el estómago una taza de mate
Porque estamos dirigidos por la mafia del crimen. Yo, no comprendo, y cuando pregunto por qué, siempre me dicen "porque estamos en Argentina"

La pobreza no es deshonra, si se vive con dignidad
Piqueteros, cartoneros
En la lucha de los pueblos 
En memoria de Marcos Guevara Zapata 
Juntos hasta la victoria




__________________________________________

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.